domingo, enero 26, 2025

FUEGO EN LA TIERRA

Niño trabajador en la mina Brown, West Virginia (1908)
Niño trabajador en la mina Brown, West Virginia (1908, Lewis Hine)

Acabo de leerme el relato “Fuego en la tierra”, de Cixin Liu. Aunque no lo parezca, es el que da título a la recopilación de relatos “Sostener el cielo”. Ahora mismo tengo la impresión de que si la gente tiene miedo de las centrales nucleares es porque no sabe lo que es el incendio de una mina de carbón; cuidado: no el incendio de las instalaciones de la mina sino el de la propia veta de carbón. Cuando la veta arde, es imparable. Huye.

Sé que, a poco que reflexione, esta impresión se va a ir diluyendo, o matizando: al fin y al cabo, un incendio como el que se dio en Chernobyl también es aterrador. Definitivamente aterrador. Los demonios que se esconden en las profundidades del núcleo atómico son dignos de respeto, nadie lo pone en duda; lo que ocurre es que desconocía la magnitud de aquellos que están encadenados en los enlaces químicos entre carbono y carbono, y ahora que los he descubierto en toda su magnitud literaria gracias a Cixin Liu creo que no tienen nada que envidiar a aquellos que mueven las turbinas de las centrales nucleares.

En fin, en cualquier caso, que no cunda el pánico: sobreviviremos. Como dice uno de los personajes del relato: no se derrumbará el cielo. Sobreviviremos e incluso progresaremos (espero). Sin embargo, aquellos que crean que el peligro empezó con el poder nuclear, o con la tecnología del siglo XX, o hace unos pocos siglos, con la revolución industrial, es que no conocen el mundo en el que viven, ni mucho menos el precio del progreso; no saben de los monstruos con los que hay que lidiar día a día, momento a momento, para sostener la civilización. Prácticamente se podría decir que progresar es domesticar monstruos. El peligro empezó en el mismo momento en que decidimos aliarnos con el fuego, y cada vez que nos vestimos, comemos o apretamos un interruptor decimos sí: decidimos seguir negociando cara a cara con los demonios que sostienen nuestro mundo.

Víctor Guisado Muñoz, 2025

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