El carnet de conducir

Sacarse el carnet de conducir es una vulgaridad. Lo realmente importante es aprender a volar. Dicen que en estos tiempos que corren saber llevar un coche es imprescindible. No entiendo el uso que la gente da a la palabra imprescindible. Creo que se confunden. El oxígeno en el aire es imprescindible, creo que está claro que es lo que realmente necesitamos los seres humanos, así que no sé de dónde puede venir la confusión. Debería haber escuelas en cada barrio donde enseñara a volar; debería haber muchas más escuelas donde enseñara a volar que autoescuelas. Sin embargo, no es así. La persistencia de la fuerza de la gravedad no deja de ser un detalle sin importancia frente al hecho de que sería un buen negocio. Al fin y al cabo, ¿no tiene el ser humano una tendencia natural hacia lo irracional? ¿No cree la gente en la astrología? ¿Por qué no iba a creer un cliente en un cursillo para aprender a volar? Sobretodo si tiene un precio razonable, y un precio razonable podría oscilar entre los 500 y los 600 euros, así, en el primer viaje intercontinental que realizara el aprendiz habría amortizado su inversión. En fin, que no se entiende cómo negocios tan sencillos aún no han sido explotados hasta la saciedad.