Localización: uno de los jardines de Montjuic (Barcelona).
Personajes: Guardia de seguridad, transeunte, perro, gatos.
Guardia de seguridad:
- Oiga, oiga, los perros no pueden pasar, está prohibido.
Desconcertado transeunte que acababa de entrar en el jardín con su perro:
- Ah, ¿no? No sabía, y... ¿por qué?
Guardia de seguridad:
- Porque hay gatos.
Yo estaba de público, sentado en un banco de piedra al lado de un gato al que no conocía de nada. Después de oír al guardia de seguridad he mirado al gato y he comprendido inmediatamente que aún hay esperanza para la Humanidad: sólo hace falta que cuando vayan a bombardear una ciudad en nombre de la democracia o a poner una bomba en medio de la calle en nombre de Dios alguien diga: no, aquí no, aquí está prohibido porque hay gente.
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