domingo, septiembre 19, 2004

A navegantes solitarios y a lobos esteparios.

Navegantes esteparios y lobos solitarios: sabed que el exilio es imposible. Las estrellas están lejos, y aunque pudierais alcanzarlas, vuestro planeta es éste: la Tierra, por mucho desconcierto que provoque el tener que compartirlo con personas que parecen entenderse mejor con las hienas que con los seres humanos. El exilio interior tampoco es posible, para qué nos vamos a engañar: ningún ser humano es una isla aislada, ningún hombre está encerrado en una burbuja de acero: incluso el metal interacciona con su entorno... ¡ imaginaos el diálogo incesante entre el aire y vuestra piel ! Aunque os arrancarais los ojos para no ver las locuras de vuestros semejantes, os deshicierais de la sensibilidad de vuestra piel para no soportar su contacto bruto e insensible, os arrancarais la lengua para no gustar la sal de la tierra, os taparais los oidos con cemento para evitar las sandeces que se gritan mientras caen las bombas encima de los hombres y os taparais la nariz con intención de no oler la podredumbre de los que defienden la guerra como algo necesario o de los que pactan y no se conmueven al ver un petrolero hundido, seguiríais tan integrados en el paisaje como un árbol con sus raíces intactas.
El exilio es imposible. Pero hay algo que sí es posible: la comunicación. Cada uno de nosotros es fruto de la comunicación que establecen entre ellas los cientos de miles de millones de células que forman su cuerpo. El exilio es imposible, por mucho que caminemos hacia fuera o hacia dentro: desde el más lejano quasar hasta la más íntima de las emociones, pertenecemos a la Tierra. Navegantes solitarios, lobos esteparios, poetas mudos, pintores mancos, músicos sordos: la comunicación sí es posible. Hablad. Demostrad el poder de la palabra. Ahora o nunca.

1 comentario:

Anónimo dijo...

He cruzado el valle
umbroso de la muerte,
el olvido casi me devoró;
he estado al otro lado
de la mente de dios,
la luz no existe
en los ojos de la Divinidad;
he recorrido senderos
desolados en busca
de un lamento de amor,
la realidaz casí mató mi corazón...
Pero aquí estoy de nuevo
he regresado de la Soledad
y he venido para quedarme.

Ks